Cistitis: causas, síntomas y tipos
La cistitis es una infección que afecta la vejiga y perjudica, en su mayoría, a las mujeres. Conoce más de esta afección aquí.
La cistitis es una inflamación de la vejiga provocada por una infección y suele ser muy molesta y dolorosa.
Esto sucede cuando los microbios ingresan por medio de la uretra hasta la vejiga y se multiplican, pudiendo provocar infección.
No obstante, en la mayoría de casos de cistitis, el cuerpo consigue deshacerse de dichas bacterias al momento de la micción.
Pero, en ocasiones, pueden adherirse a la pared de la vejiga/uretra o reproducirse tan rápido que algunas se quedan en la vejiga.
¿Qué causa la cistitis?
Por lo general, la bacteria responsable de esta infección es la Escherichia coli, la cual deriva del intestino. Esta asciende por la uretra hasta llegar a la vejiga, provocando así la infección.
También puede producirse por las relaciones sexuales. Dado que, durante el coito, la uretra podría tener alguna contusión que conlleva a la inflamación de la vejiga.
Si bien casi todos los casos de cistitis son por dicha bacteria, otros son originados por hongos, virus o parásitos. Dentro de ellos podemos destacar:
- Adenovirus y virus polioma: producen cistitis con sangre en la orina.
- Hongo Candida albicans: suele aparecer en personas con un sistema inmunitario debilitado.
Cabe resaltar que cistitis bacteriana es más común en mujeres, ya que son más propensas a sufrir infecciones en las vías urinarias o la vejiga. Algunos de los motivos son los siguientes:
- El tracto urinario es más corto, lo que hace que el recorrido de la bacteria sea más reducido.
- La otra es que la abertura de la uretra femenina está más cerca del ano, facilitando así bastante la infección.
¿Cuáles son los síntomas de la cistitis?
La mayoría de casos de cistitis presentan síntomas que logran desaparecer entre un periodo de 24 y 48 horas. Algunos de los más comunes son:
- Náuseas.
- Irritabilidad.
- Vómitos.
- Ardor al momento de orinar.
- Sangre en la orina (hematuria)
- Color anormal con olor fuerte.
- Fiebre baja y escalofríos.
- Enrojecimiento de la vulva (mujer).
- Orinar con frecuencia y en pequeñas cantidades.
- Picazón en la vagina.
- Necesidad urgente de orinar.
Clasificación de la cistitis
Esta infección se puede dividir por patología, factores de riesgo, sintomatología, evolución clínica o por la causa. De esta manera, se encuentra:
Bacterianas o abacterianas
Es decir, si la produce o no una bacteria. En este caso, está:
- Aguda: que es cuando se origina de forma repentina y no se repite.
Crónica o periódica
Cuando una cistitis surge de 4 a 6 durante un año, se considera recurrente o crónica. Al mismo tiempo, esta se puede clasificar en:
- Recidiva: si es ocasionada una y otra vez por la misma bacteria.
- Reinfección: si pasada una semana, se produce por una nueva bacteria.
- Sobreinfecciones: si a las bacterias existentes se le suman otras nuevas.
Simples o complejas
Mientras que la cistitis compleja se asocia con otras alteraciones o anomalías, las simples no.
Sintomáticas o asintomáticas
Por supuesto, cuando existe la presencia o la ausencia de síntomas.
Factores de riesgo en las mujeres
Como ya mencionamos, las mujeres suelen contraer con más frecuencia infecciones urinarias que los hombres.
Pero quienes presentan un riesgo mayor son:
Las que son sexualmente activas
Pues la cistitis es resultado del coito, dada la posibilidad que tienen las bacterias de impulsarse por la uretra.
Las que usan determinados anticonceptivos
Si bien hay muchas medidas preventivas, aquellas que utilizan diafragmas como control, son más proclives a una infección urinaria. Y los que tienen agentes espermicidas intensifican aún más el riesgo.
Las mujeres embarazadas
Los cambios hormonales que surgen durante el periodo de gestación, pueden incrementar el riesgo de infección en la vejiga
Las que tienen menopausia
Durante la etapa posmenopáusica, ocurre una alteración en los niveles hormonales. Y estas se asocian con las infecciones de las vías urinarias con frecuencia.
Por su parte, existen otros factores de riesgo tanto en mujeres como en hombres. Entre las cuales se encuentran:
- Diabetes.
- Próstata agrandada.
- Piedras en la vejiga.
- Malformaciones congénitas.
- Uso prolongado de la sonda vesical, entre otros.
Por último, es recomendable acudir al médico si sientes dolor por horas o ves sangre en la orina. Al igual que, si reaparecen los síntomas luego de completar una serie de antibióticos.
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